"Comencé a
escuchar tu vos en un rincón de mi cuarto mientras los lapsos de locura y
cordura peleaban entre sí tratando de quedar ganador uno de los dos, en
momentos escuchaba tu sonrisa y en otro el tic tac del reloj que me indicaba
que el tiempo continuaba avanzando y se aproximaba la hora de contar un día más
sin ti, sin tus besos, sin tus caricias, sin esa paz que sentía estando en tus
brazos, sin ese cariño que miraba en tus ojos al tiempo que veía en ellos lo
más profundo de tu alma, ese lugar oscuro pero que a la vez eran los guías de
mi camino al que no le temía pues ibas a lado mío con las manos enlazadas y con
la seguridad de que si tropezaba y caía tú estabas ahí para ayudarme a levantar
o si no te acostarías junto a mí y ambos miraríamos el cielo, pero, con cada
tic tac la tristeza crece y la soledad se siente con más fuerza mientras espero
con esperanza a que toquen a la puerta y que al abrir estés tu ahí parada
esperando a lanzarte a mis brazos para abrazarte porque tú lo prometiste me
dijiste que volverías que jamás me dejarías sólo y que siempre ibas a estar
conmigo, me lo prometiste mirándome a los ojos sabiendo que ese tipo de
promesas se hacen con los corazones vis a vis, sabiendo que esas promesas son
de las que nunca deben de romperse, y estoy seguro de que será así y cumplirás
lo prometido, es por eso que hoy estoy aquí luchando contra los monstruos que
me gritan que no deje de luchar y contra las voces que me dicen que ya no volverás,
porque los muertos no resucitan"
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